30 de noviembre de 2010

La Iglesia por dentro: San Andrés

Dichoso mes que empieza por todos los Santos y termina por San Andrés, reza el refrán. Y en ese día estamos, en la onomástica de otro santo al que podemos encontrar representado en la Iglesia del pueblo. Y una vez más, en el pequeño retablo que encontramos en el lado del Evangelio (la izquierda desde la puerta).


A la izquierda del Cristo crucificado encontramos una pintura del santo con un libro, ropajes humildes (va descalzo) y apoyado el brazo izquierdo en el ecúleo.




San Andrés y San Juan Evangelista fueron los dos primeros seguidores que tuvo Jesús, sus primeros apóstoles. Andrés, nombre de origen griego que significa “varonil”, era un pescador de Galilea, hijo de Jonás y hermano de Simón, al que luego se conocerá como Pedro. En su casa se alojaba Jesús cuando iba a predicar por la zona y él fue quien le trajo al chaval que portaba los cinco panes con los que hizo el milagro de los panes y los peces... Vivió tres años junto a Jesús y después se fue a predicar su palabra a Grecia y la zona del Mar Negro y el Caúcaso. Fue el primer Obispo de Bizancio, un cargo que se convertiría en el Patriarcado de Constantinopla. Por ello, San Andrés es considerado cabeza de la Iglesia Ortodoxa, como Pedro, su hermano, lo es de la Iglesia Católica.


San Andrés fue torturado en Patrás, ciudad griega, durante el mandato del cruel Nerón. Se habla de la cruz de San Andrés porque el apóstol murió en una cruz con forma de equis donde le tuvieron tres días sufriendo mientras, según la tradición cristiana, él predicaba entre los que se acercaban a ver cómo moría. Realmente, según los más expertos, la cruz que finalmente ha tomado su nombre, era un éculo, un instrumento de tortura romano, no hecho para crucificar como tal si no para atormentar.


Y ya que hemos comenzado el artículo con un refrán, lo terminamos con otro: en esta época de matanza de los cochos se decía en Ayoó Por san Martino mata el pobre su cochino... y por San Andrés, mata el rico tres.


Artículo realizado con la ayuda de Ramón, de Tus preguntas sobre los santos; EWTN y Wikipedia.

27 de noviembre de 2010

Molino en ruinas

Ya que hemos vuelto con alguno de los molinos de Ayoó, nos acercamos hasta Carracedo para ver lo poco que queda de la construcción que había antes de llegar al pueblo, muy cerca de la carretera. Apenas un muro de piedras de otro de los molinos que se aprovechaban de las aguas del Almucera.



25 de noviembre de 2010

La Iglesia por dentro: La rueda de Santa Catalina

Hoy 25 de noviembre es el día de Santa Catalina, una santa que está presente en la Iglesia del pueblo de una forma muy curiosa: a través del objeto de su martirio. La rueda de Santa Catalina preside el pequeño retablo que se encuentra en el lado del Evangelio en la Iglesia (la izquierda desde la puerta).




Santa Catalina de Alejandría es una mártir a la que se le han atribuido características casi legendarias, tanto que a pesar de ser una de las santas con más devotos en toda Europa el Papa Pablo VI puso en duda su propia existencia. Incluso se la retiró del santoral católico, aunque volvió a él en el año 2005.


Pero a lo que íbamos, su tortura: Se cuenta que Santa Catalina, hija de una familia acomodada de Alejandría, fue una joven de gran inteligencia y devoción (una noche se le apareció Cristo y desde entonces le consagró su vida, considerándose su “prometida”). Cuando el Emperador Maximiano acudió a Alejandría ella intentó convertirlo al cristianismo pero él, que nones. La obligó a competir en un reto intelectual con un grupo de filósofos, la quiso obligar a casarse con uno de ellos y como nada de eso dio resultado, la sometió a tortura con una rueda con pinchos que desgarraba el cuerpo. Milagrosamente, la rueda se paró al tocar su cuerpo, cosa que enfureció terriblemente al emperador, que mandó decapitarla.

Imagen recogida en la galería Flickr de Meldelen,colaboradora de la página Pregunta Santoral.




El caso es que la salvaje rueda ha quedado para siempre unido a la Santa, hasta tal punto que tomó su nombre y de ahí ha saltado a otros ámbitos: la pieza circular dentada que sujeta la cadena de la bicicleta es la catalina y personas de oficios que trabajan con ruedas, como los relojeros o los mecánicos, están bajo su protección. También es la patrona de los barberos, carreteros, cordeleros, traperos, escolares y estudiantes, hilanderas, molineros, notarios, nodrizas, oradores, filósofos, fontaneros, alfareros, predicadores, afiladores, sastres, teólogos, torneros y de las solteras, día de las Catalinadas.


Artículo elaborado con la ayuda de Matías, Wikipedia, Tus preguntas sobre los santos y Prensa Rotaria.

23 de noviembre de 2010

Molino de los Pontejos




Muy cerca de la carretera, antes de llegar a la zona de la ermita, por La Madre, podemos encontrar uno de los molinos que más tiempo se ha mantenido en activo en Ayoó. Es el Molino de los Pontejos, una construcción de piedra y barro, aún en relativo buen estado, aunque casi comido por la vegetación. Hasta no hace tanto Sergio Alvárez, tío de mis amigas Begoña y Herminia, ha estado moliendo en él.

 
Canal por donde pasaba el cauce del arroyo que movía el molino.


Tosco paso con troncos por donde pasa ahora el reguero.


Puerta del molino.


Detalle de la cerradura (ya sabeis que me gustan mucho...)
 




21 de noviembre de 2010

Los pepinillos

Hace algún tiempo hablábamos del lino, una planta que durante muchos años fue parte fundamental en el sustento y forma de vida de los habitantes de Ayoó. Hoy traemos otro cultivo, más reciente, en el que mucha gente trabajó durante años: los pepinillos.




En mi recuerdo están aquellos años en los que la gente andaba, un par de veces al día, atareados “pelando pepinillos”, agachados, recogiendo los pequeños pepinos en las huertas de los alrededores del pueblo. Recuerdo los calderos llenos, los sacos y hasta alguna vez fui a una de las casas donde se seleccionaban haciéndolos rodar en una especie de tambor-jaula. Pero en mi casa no se dedicaron a ello y poco más podría contar sobre ese momento, así que me he dirigido a alguien que lo vivió en primera persona: Rafa, Rafael Cenador, que en su casa recogía y seleccionaba estos frutos. Así, agradeciéndole su amabilidad, paso a relatar lo que me contó de aquel momento:




El cultivo de pepinillos destinados al encurtido en fábricas riojanas se realizó en el pueblo desde los años 80 a mediados de los 90. Las empresas fueron las que llegaron al pueblo y animaron a la gente a dedicarse a los pepinillos.
Una era Rioverde, que estuvo primero en la casa de Eulogia, en la calle Castillo y más tarde donde Consuelo y Modesto. La otra empresa, la que estuvo en la casa de Rafa, fue la de Cruz Andrés. Ambas tenían su sede en Logroño, La Rioja. La gente del pueblo se repartía entre una y otra.




Para el cultivo del pepinillo se preparaba una parcela y se abrían surcos como a un par. Se sembraba en las laderas de los surcos, como tres semillas cada 30 centímetros, aproxidamente. Se tiraba una rama para un lado y para otra para otro. Se sembraban a finales de mayo, en la segunda quincena y se recogían a partir de la mitad de julio y hasta que las heladas machacaban la planta. “Hubo años, dice Rafa- que aún estábamos en la vendimia recogiendo pepinillos”.




Había que regar cada cuatro días, cinco como mucho. Era necesario pelar todos los días, incluso dos veces, ya que se hacían grandes y crecían muy rápido.


Se cultivó por toda la zona de los alrededores de Ayoó, por Carracedo, Congosta, Cubo, San Pedro de la Viña, San Pedro Ceque... “En los demás pueblos poco, porque era muy necesaria el agua”.


Los pepinillos se clasificaban por tamaños, cuanto más pequeños, más se pegaban (pero eran al peso y claro, más pequeños, menos pesaban). Para la separación se usaba una máquina. “Las primeras eran a manivela, como un bombo”, recuerda Rafa. La clasificadora tenía unos tres metros “e iba por tramos, con una rejilla que iba estrechándose y al final había un hueco por el que caía la morralla”.


La empresa de Rioverde venía a diario a por los sacos. “En la otra, con la que trabajábamos nosotros, guardábamos los pepinillos en cubas grandes, de 220 litros, en una salmuera. Descargábamos las cubas y los metíamos por categorías. Eso adelantaba el proceso de encurtido”.


Practicamente todo el pueblo se dedicó en aquella época al pepinillo “y se hizo dinero. Saldría cada año más de 200.000 kilos en tres meses... Hubo un año que se pagaron hasta 130 pesetas el kilo los pequeños. Si no sobre las 70, depende”. El declive vino cuando empezó a entrar pepinillo cultivado en otros países por menos dinero, ahí terminó todo. “Antes -concluye Rafa-vendías corderos, terneros, alubias, patatas, pimientos, lo de los pepinillos... poco a poco se vendía y se salía adelante. Ahora no queda nada de eso.”

Foto 1: Telefuerza.com; Foto 2: Representaciones Respigares; Foto 3: Las cosas de Gumercocina con receta detallada de cómo hacer conserva de pepinillos en casa.

18 de noviembre de 2010

El horno de pan

Algunas casas de Ayoó conservan aún un tesoro que poco a poco se va perdiendo: los hornos de barro. Son construcciones redondeadas, hechas con adobes y barro, que aparecen a un lado de la casa, junto a las cocinas. Allí se cocía el pan de la familia.




Quedan ya muy poquitos, generalmente en casas viejas y abandonadas, pero este año tuve la oportunidad de ver uno por dentro y por fuera, con todo detalle y en una casa habitada. Es este, el horno que aún conservan en la casa de Antonio y Avelina, en la calle Palomares.



El horno lo han protegido con un pequeño tejadillo pero ya no está en uso y la vieja cocina sirve ahora de habitación de avantales en desuso. Aún así fue una gozada tocar el barro redondeado y pensar en todo el trajín que tuvo esa boca de horno.

Este, además, es una reconstrucción más pequeña, ya que los padres de Antonio, Fermín y Leonor, fueron panaderos y en el tiempo que hicieron pan tuvieron un horno mucho más grande, casi el doble que el actual, con esta boca que aún mantienen y que ahora, una vez rellenado y subido el piso de la cocina, ha quedado a la altura del suelo.



Tras abandonar el trabajo de panaderos, rehicieron el horno y lo dejaron tal y como se ve ahora.




Los hornos funcionaban así: se metía la leña y las urces para calentarlo al máximo. Después se limpiaba con una mundilla de felechos (helechos), como una escoba grande. Se mojaba para limpiar bien el horno. Con la pala de madera se recogían los restos. Una vez hecho esto, se metía el pan y se cocía. Se hacía pan cada 15 días, con harina de trigo.



Me resultó curioso el uso de felechos porque aunque es una planta que veo a diario por aquí, en el norte, en el pueblo apenas la recuerdo. Pero me asegura mi madre que antes había muchos, por el monte y que iban a buscarlos para esta tarea de limpiar el horno.

Lámina procedente de Castroviejo & al. (eds.), Flora iberica (Real Jardín Botánico). http://www.rjb.csic.es/floraiberica/ http://www.anthos.es

16 de noviembre de 2010

Refranes con vestidos

Hoy nos toca una tanda de refranes que se solían decir en el pueblo y que tienen que ver con las cosas del vestir y del aspecto.
Me resultan muy curiosos aquellos que hablan de guardar la ropa de más vestir. Ahora, que vamos hechos unos pitiminís todos los días, nos parece nimio andar “reservando” ropa, pero antaño, la vestimenta (una) mejor y más bonita, era únicamente para el domingo y casi casi, solo para ir a misa. También hay quien me ha contado como el vestido mejor lo llevaba, si había que ponerlo, puesto por el revés para que no se estropeara y que estuviera como nuevo para los días de fiesta.


En la foto, mi tía Paulina, muy jovencita, con sus galas de fiesta en una foto tomada en el Santuario de la Virgen del Campo.



Estos son los dichos de hoy:


Ropa que te adorna, quítala y ponla.

Adórnate madero y parecerás un cielo.

Ande yo caliente, ríase la gente.

Quién todos los días va a muy bien parecer, llega el domingo y no tiene que poner.

No hay mejor espejo que la carne sobre el hueso.

14 de noviembre de 2010

El Salvador, que no San Salvador

Rectificación. Y con mayúscula. Este debería ser el título de este artículo en el que trato de solucionar y aclarar un error que una y otra vez he cometido en este blog (y en mi vida diaria, todo sea dicho): Confundir al santo patrón de la Iglesia del pueblo. Y es que en varios post (algunos ya los he borrado) he estado diciendo que la Iglesia del pueblo estaba encomendada a San Salvador. Y hasta puse la vida y milagros de San Salvador de Horta (y nos citaban en un blog de la localidad de Horta de San Joan, Tarragona). Hasta que le pregunté a mi madre, a Matías y a los expertos en imaginería religiosa y ahora ya tengo claro quien es quién entre los patronos del templo de Ayoó.



La Iglesia de Ayoó está encomendada a El Salvador, es decir, a Cristo como Salvador del mundo, tal y como se aprecia por el atributo que lleva en sus manos: una bola del mundo coronada con una cruz, lo que indica que es su Creador y Redentor. Esta es la imagen que nos encontramos por partida doble. Por una parte está la figura del retablo del altar, en el centro del mismo, esta:


Y por otra, una pequeña talla que ha ido cambiando de posición en el templo: esta foto está sacada en el verano del 2009, cuando se encontraba ocupando una pequeña hornacina en el lado del Evangelio (a la izquierda del templo desde la puerta):


Y ahora está en un lugar más destacado, en el retablo, en la hornacina que está debajo del Sagrario.






Desde la página Pregunta Santoral, me han aclarado mucho más toda esta iconografía:

 
Las imágenes que me adjuntas representan, desde luego, a Cristo como Salvador. Es uno de los nombres que se le dio desde los primeros siglo de nuestra era. El anagrama de Jesús en griego, usado por los cristianos primitivos, era ICTHIOS (Iesos Christos Theou Uios Soter), que significa "Jesucristo, Hijo de Dios y Salvador", la S del cual hacía referencia a Soter, que en griego significa "Salvador". Y como icthios también significa "pez", de ahí que una de las primeras representaciones de Cristo consistiera en un pez, precisamente.


Pero volvamos a lo que nos interesa. Muchas citas del Evangelio hablan de Jesús como Salvador y no es cuestión aquí de entrar en cada una de ellas. Pero sí, Cristo Salvador ha pasado a ser una "advocación" (si es que puede llamársela así) de Jesús muy frecuente entre nosotros, dando lugar no sólo a nombres propios (Salvador, para varón) sino también a topónimos ("El Salvador"). Naturalmente, como ha habido muchos hombres llamados Salvador, también hay santos y beatos que lo llevan (ej: San Salvador de Horta) pero ninguno de ellos debe ser confundido con "el" Salvador, ya que ése es y sólo puede ser Jesús.


Las fotos que adjuntas es una representación muy típica de Cristo como Salvador: vestido con ropa ornamental y portando un globo coronado con la cruz. Es un Cristo triunfante, que ha vencido a la muerte y SALVADO al mundo, por eso va engalanado. La esfera representa al mundo y la cruz que lo corona el instrumento de esa salvación: la Cruz.






Agradezco la ayuda del equipo de Pregunta Santoral y de Tus preguntas sobre los santos, que me han ayudado a aclarar este lío de atribuciones.

12 de noviembre de 2010

Foto de Ayoó


Trasteando por la red una siempre se lleva alguna sorpresa. En esta ocasión me topé en Flickr (aquí) con una preciosa foto de la Iglesia de Ayoó vista desde el camino al cementerio, con un impresionante cielo de azul y nubes y las cebollas y las berzas luciendo en Prapalacio.
La fotografía es de Antonio Ramírez, vecino de Nogarejas y que ha tenido el detalle de mandarme alguna foto más de las que ha hecho en nuestro pueblo.
Disfrutadlas.





10 de noviembre de 2010

Fotos del incendio de la panadería de Ayoó

Del incendio de la panadería de Celso y Geno nos han ido dando cuenta aquellos que están más cerca y en este blog hemos recogido las noticias de este triste suceso. Ahora nos llegan fotos del desgraciado accidente, gracias a Fermín Martínez quien, con el permiso de Celso y Geno, me las acaba de enviar. Tristes y descorazonadoras fotografías.

La casa de los padres de Genoveva y Dorotea, la antigua panadería, ha quedado completamente destruida:







Consecuencias del incendio en la casa y lugar de trabajo de Celso y Geno:









9 de noviembre de 2010

Dobles parejas

Dos mejor que una.









Foto 1, puerta de la cochinera de Arcadio, en el pilo de la Iglesia; Foto 2, casa vieja en la Calle del Medio; Foto 3, casa de David el pregonero en la calle del Medio; Foto 4, puertas grandes en la casa de María la de Niso, en la calle de la Iglesia; Foto 5, casa en la calle Peñacabras; Foto 6,vieja casa con balcón en la Calle Corrales.

6 de noviembre de 2010

La Iglesia por dentro: Fray Luis Blanco Alvarez

Hoy se recuerda en la Iglesia católica a los beatos que fueron elevados a los altares en 2008, en una de las mayores ceremonias llevadas a cabo en el Vaticano, ya que se otorgó el rango de beato a casi 500 personas, en su mayoría sacerdotes y religiosos que fueron asesinados en la Guerra Civil. Entre ellos está un ayoíno, Fray Luis Blanco Alvarez.
(En la imagen, en un cuadro que se encuentra en la sacristía de la Iglesia)

Este vecino nació en Ayoó el 20 de noviembre de 1888 y permaneció en el pueblo cultivando la tierra hasta que ingresó a los 25 años en el Convento Agustino de La Vid, en Burgos.


En los convulsos días de los inicios de la Guerra Civil, Luis Blanco se encontraba en Caudete (Albacete), en una Casa-Enfermería, junto a otros religiosos agustinos. Allí fueron encarcelados, el 23 de julio y trece días después, fueron asesinados en Fuente de la Higuera (Valencia) por un grupo de milicianos.

En la Iglesia de Ayoó está la pila bautismal en la que fue bautizado. En el año 2008 (creo) le fue rendido un homenaje al que acudieron varios de sus familiares y se descubrió esta placa:



Estas fotografías, de Pedro Gabriel Cortés, son de aquel día.








Como otros años, en el Santuario de la Virgen del Campo, en Rosinos, se celebrará una misa en la que se recordará a Fray Luis Blanco Alvarez y a los otros cuatro religiosos vidrialeses beatificados: José Gando Uña, de Villageriz; José Peque Iglesias, de Rosinos; Marcos Guerrero Prieto, de Fuentencalada y Pedro Simón Ferrero, del mismo pueblo.