28 de junio de 2011

Cultivos: Tomates, lechugas, pepinos y pimientos.

Oier en el huerto de casa, junto a unos tomates más grandes que él.

En nuestro segundo capítulo en el repaso a las variedades de frutos de las huertas de Ayoó, vamos a preparar una ensalada y un acompañamiento de pimiento...




Tomate:
Grana de tomate guardada por mi madre.

- Grande
- De pera
- De pata negra. Son pequeños y oscuros y se plantan ahora porque antes no había de estos.
- Cherrys (o chirris, como decía mi madre y ya hemos adoptado todos en la casa). Se venden mucho en tiendas y son de cultivo fácil. Como dice mi madre “donde cae una semilla, planta que sale”.




Lechugas:


- De verano
- De repollo
- De oreja de burro o de mulo (se suele decir más de esta segunda forma aquí en el pueblo)
- Hoja de roble
- Escarola de hoja ancha
- Escarola de cabello de ángel






Pepinos:

- Para ensalada (más grandes)
- Para vinagreta (más pequeños)
 

 
Pimientos:

- Morrón
- Del pico
- De tres caras
- De freír
- De cuerno de cabra. Es una guindilla, larga y que se retuerce y de ahí el nombre
- Guindilla pequeña
- Guindilla pequeña verde
- Ñora
- Guindilla pequeña roja
- Guindillas amarillas (mi madre tuvo el año pasado)
Krossbow en Flickr (Licencia CC)

26 de junio de 2011

Las comedias (4)

Las comedias fueron una fuente de entretenimiento y de cultura en los pueblos durante muchos años. En artículos anteriores hemos hablado de estas obras en Ayoó y en algunos pueblos vecinos. Ahora recojo algunos extractos sobre este mismo tema, recogidos en diversos blogs y páginas de pueblos cercanos.





En las fotografías se recogen varias escenas de la obra "El Ti Miserias" representada hace pocos años en el pueblo segoviano de Olambre.


Desde Uña de Quintana, pueblo que raya con Ayoó por el monte, recogemos el relato de Gary Justel, maestro y otras muchas cosas, que publica una preciosa y completa página (aquí) dedicada a su pueblo. En ella tiene un capítulo especial para las comedias, este que ahora transcribo:


Las representaciones, Comedias, de Uña (de las que hablaré más adelante, más detalladamente,) tenían repercusión regional y un gran número de espectadores de los pueblos vecinos acudían regularmente para asistir a las mismas.


La cieguita de Paris, Los Miserables, Los niños del hospicio, El Tenorio, La Malquerida, y más tarde Juan José, Los Dos Sargentos Franceses, figuran entre las más destacadas.


Antonio Justel, mi tío, Pedro Martínez (Pedro el Tuerto), Francisco Martínez (Patatero) fueron los personajes principales promotores del grupo con Alonso El Saleiro y Matías.
Entre los jóvenes integrados, Enrique, hijo de Pedro Martínez, Ana María Lobato, la Calamina, hoy su esposa; Isabel la Crista, Antolín Martínez ( el de Ti Rafaela), emigrado más tarde a Argentina, hoy fallecido, Paco Jamonero, su primo Miguel Mayo (Fuelle), que conservó el sobrenombre de Fanfán hasta su muerte, mi hermano Braulio y yo mismo (Colilla), en Los Niños del Hospicio.


Los jóvenes (los mozos) pusieron en escena Juan José, con Tomás Verdes, Francisco Martínez (Resquito) Jacinto Martínez (Ucha), entre otros, que se reveló un magnífico cantante: “No cierres hoy tu ventana, clavellina de la huerta y escucha despierta la copla mejor, la copla baturra de tu rondador y ten la ventana abierta, que pueda entrar el amor cereza, no quiero el clavel que quiero los besitos tuyos que saben a miel".
Otra revelación, Francisco Resquito, con su réplica célebre:” Carretero con camión propio y no un pelagatos cualquiera".


Es sumamente agradable recordar el entusiasmo de los actores y sobre todo la calidad alcanzada por aficionados sin cultura especial.


Las decoraciones y el vestuario corrían a cargo de mi tío Antonio, verdadero hombre de teatro, admirador incondicional de Maurice Chevalier, e intérprete emérito de sus canciones. Era portador asiduo del sombrero Canotier de Chevalier, que aún conservo.


Años después, siendo yo maestro del pueblo, recuerdo el placer de asistir en la noche de los Santos a la repetición por él y por Patatero en el café de este último, de los versos inmortales del Tenorio de Zorrilla al mismo tiempo que la Radio trasmitía la obra, disfrutando del extraordinario espectáculo que nos ofrecían con el mismo entusiasmo que antaño pusieran sobre las tablas.


Desde aquí quiero expresar mi real admiración y el recuerdo emocionado a todos estos personajes, en su mayoría desaparecidos, que tanto admiré en mi infancia y con los que tuve el honor de hacer teatro.


En el mismo sentido debo recordar la velada teatral puesta en escena en 1947 por D. Juan Blanco y Pili de Avila con los niños y niñas de la escuela, en la que participamos un gran número de alumnos.


Varios sainetes, entre ellos El Ojito Derecho de Carlos Arniches, en el que yo actuaba como esquilador. Recuerdo que se subió un burro de verdad al escenario y yo, mientras lo esquilaba, cantaba: “El que tiene un palomo tiene un palomo”...

Las niñas interpretaron fragmentos de varias zarzuelas, La Verbena de la Paloma, Las Lagarteranas, Las Leandras entre otras, con un éxito tal que fue necesario repetir la representación dos fines de semana a causa de la demanda de espectadores de Cubo, Molezuelas, Santibáñez que no tuvieron entradas en la primera sesión.

La magnífica labor de estas dos personas, D. Juan Blanco y Pilar de Avila durante largos años merecen nuestro saludo y nuestro agradecimiento. Han forjado dos generaciones de Uña.

 En Jiménez, el pueblo de la cerámica, encontré una interesante página sobre la represión franquista en aquellas tierras. Y entre los textos que allí se muestran, hay un espacio también para las costumbres populares y una interesante recopilación de Porfirio Gordón Vidal sobre las comedias a lo largo de la historia y su presencia en Jiménez. Se puede consultar en este lugar. Aquí hay un extracto en el que se cuenta cómo era el proceso de preparación una comedia:

Representación de "El Cuchillo de plata"
en Jiménez, en 1960
Todo comenzaba en los meses de invierno cuando un grupo de hombres y mujeres jóvenes -los solteros porque antes, una vez que se casaban, dejaban de actuar- se reunían en torno de un director, una persona de las más cultas o más inquietas culturalmente del pueblo.
Allí decidían una obra para representar y, una vez conseguido el texto, que no siempre fue fácil, comenzaban los ensayos alrededor de un "lillar" o de un fuego de cocina con la vista puesta en torno al día de Santo Toribio. Muchos noviazgos nacieron en esos ensayos, algunos se formalizaron llegando al altar y otros se rompieron después de los primeros escarceos.
Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta sobre aquellos antiguos comediantes es que muchos de ellos no sabían leer y otros lo hacían con dificultad, por lo que había que repetir una y otra vez hasta que lo aprendían, lo que a mi manera de ver tiene más mérito.
Se puede adivinar que lo pasarían bien. A mi padre, Andrés Gordón, por ejemplo, el Sr. Felipe el Pollo siempre le decía: "Andrés, tú pa’ la masera, pa’ que no alborotes".


Grupo de actores y actrices
en Jiménez, tras una obra
con los regalos que les
han dado los vecinos.
Aprendida y ensayada más o menos bien la obra en cuestión, llegaba el día de subir a las tablas, que era el domingo siguiente después de Pascua, en torno a Santo Toribio (27 de Abril). Toda la semana anterior ya habían estado los mozos mirando el cielo, intentando adivinar qué tiempo haría aquel domingo.
El lugar elegido, desde inmemorial tiempo, siempre fue la Plaza Mayor y el sitio concreto, la fachada norte (casa de Argimiro). Allí y ese día por la mañana lo dedicaban los hombres a hacer el "tablero" o escenario y las mujeres a ir por las casas para pedir sábanas y colchas.
El "tablero" se componía de cuatro horquetas de encina para hacer el entramado y varios maderos sobre los que se fijaba el piso con las costanas de los carros y las tablas de los alfareros. Se culminaba con una vara o palo muy largo en el que se colgaba la bandera nacional (en la parte derecha delantera). Después, sobre sogas que les dejaba o compraban al ti Dionisio, se cosían las colchas y sobre un alambre se remataba el telón con las sábanas.


Por la tarde era la función. Como dijo Zascandil en 1890, para presenciar la obra de aquel día, se desplazó mucha gente de la vecina villa: "… muchísimos aficionados nos lanzamos a pie, en carro, tílburi, bicicleta, etc. Todo esto quiere decir que de La Bañeza hubo en Jiménez infinidad de gente". Pero no solo de La Bañeza, también venían en gran cantidad gentes de la Valduerna y de los pueblos de Valdejamuz, en sus carros y caballerías. El lugar de aparcamiento de aquellos antiguos automóviles era la Plazuela, por la proximidad a la Plaza Mayor. Cada uno se agenciaba su asiento: sillas, escaños, taburetes, etc., todo era válido para ver a los comediantes.


El día siguiente, lunes, se solía representar la función, dirigida especialmente para los del pueblo, donde ya podían escuchar mejor la relación de la obra.


El martes era el día señalado para deshacer el "tablero". Con el tiempo, cuando ya había dos grupos de comediantes, se dejaba el escenario para los segundos. Los hombres se dedicaban a deshacerlo y las mujeres a repartir las sábanas y colchas a quien se las había prestado. También el martes lo empleaban los cómicos para salir a pedir por el pueblo con el fin de hacer una o dos "comilorias". Normalmente toda la gente les daba algo, según las posibilidades de cada uno, y eran principalmente huevos, pan y algunas monedas. En algunas casas les daban el "traguín". Vemos en alguna fotografía posar a los actores con la talega para los huevos y el botijo para el dinero. Se recuerda a algunas familias por su esplendidez con los actores:
- la de los Morotos, que les daban una docena de huevos,
- al ti Pablo el Fungo, que les daba una hogaza de 11 libras o
- al ti Migueletas, que también les obsequiaba con una hogaza bien grande y, si les hacía falta, dos.
El mismo martes por la noche y el miércoles si sobraba, hacían la "comiloria", e incluso había un tercer día si la recaudación había sido muy generosa. Llegaron a sacar alguna vez hasta veinte docenas de huevos. No era raro así, algún que otro cólico. Normalmente celebraban estas meriendas en la casa donde habían realizado los ensayos y ni que decir tiene que en esos momentos muchos actores lo pasaban mejor que sobre el escenario.


También de Alcubilla he encontrado (aquí) un pequeño relato de lo que fueron las comedias, donde se hace un repaso por algunas de las obras:


Entre estas comedias, llegaron a tener fama los actores de Alcubilla, que sin ser profesionales, tenian una excelente interpretación, prueba de ello son las famosas comedias como:"El alcalde de Zalamea" quizás la última de este tipo, que se interpretó en el pueblo."La fundacción del Rosario". "Don Juan Tenorio" "El cuchillo de plata" "Aventuras de Raflex" y un largo etc. Algunas de ellas, se perdieron para siempre, pues eran manuscritas.


Y en la página del Museo Virtual de Arrabalde, encontramos las fotografías de la obra Morena Clara que amablemente me dejaron para ilustrar estos artículos sobre las comedias:


Matías, el hijo de Visita, nos ha enviado tres fotografías que insertamos a continuación. Como podéis ver se trata de tres escenas en las cuales se está representando una obra teatral -comedias que decíamos antes-
La realización de comedias en el pueblo formó pate de la tradición popular durante muchos años, y fue una expresión cultural importante para aquellas épocas en que apenas si había medios de comunicación. Estas tres fotografías posiblemente sean las más antiguas que existan de dichos actos, no hay más que ver los estragos que el tiempo ha hecho en ellas.





 

23 de junio de 2011

El horno de la casa del Ti Saturnino

En el rastreo de antiguos hornos en las viejas casas del pueblo, encontré uno que tenía bien cerquita. Es el de la vieja casa del Ti Saturnino, medio caída, que está en la calle El Caño, justo al lado de nuestro huerto. Un día me dio por husmear (con mucho cuidado, que está cayéndose todo) y encontré un precioso horno en uno de los rincones. Estas son las fotos:








La casa está cayéndose, yo siempre la he conocido abandonada, pero claro, según pasa el tiempo, va a peor. Lo único bueno que tiene esto, es que se ve perfectamente, como está construida, con el techo de ripia (en el blog El Ti Joaquín hay un precioso y preciso artículo sobre ellos, Los tejados de ripia y teja árabe), el suelo, las paredes... parece la autopsia del edificio.









Así, como en la foto de arriba, es como se ve ahora la casa, pero hasta hace unos años, aún conservaba parte de la fachada y la puerta. La foto es del año 1993.




18 de junio de 2011

Las comedias (3)

Las comedias se hacían por todos los pueblos y los mozos y mozas iban de uno a otro para verlas. A mi madre no la dejaban ir a ninguna y mi padre, en cambio, no se perdía una. Iban los chicos a las comedias de los pueblos vecinos y siempre andando, salvo a Felechares, que iban con las caballerías porque quedaba más lejos. Las chicas iban por el día hasta Congosta, por la noche, solo los mozos.



Mi madre recuerda que “el día de las comedias por una perra gorda nos daban una naranja. Se ponían puestillos con dulces, gaseosas y caramelos. Iban a la comedia, de pueblo en pueblo. Por la noche los chavales les entraban en el tenderete a intentaban robar algún caramelo. Muchas de las que iban eran de Santibáñez, recuerdo sobre todo a las Varelas”.


Cartel de la película "Don Juan de Serrallonga"

“En Fuentencalada -recuerda mi padre- pusieron Don Juan de Serrallonga(1). Fuimos Delfín, Ricardo y otros, más mayores, andando, por el camino a Fuentencalada. Pásabamos por la cueva a comer chorizo y entre que íbamos y volvíamos, llegábamos a las cuatro o las cinco de la mañana”.


“A Felechares fuimos a un comedia, la de Refris (2), un bandido. Salimos después de cenar, cogimos las caballerías y fuimos. Al llegar decían qué vienen los de Ayoó, íbamos diez o doce en caballo, algunos dos en uno... Cuando llegamos nos abrían el portón para que nos aposentáramos”.


Dibujo de "El tío Miserias" de José Gutiérrez Solana.


“En Pobladura dieron la obra del Ti Miserias (3) que luego también vinieron a Ayoó a hacerla. Era de uno muy miserable y decían “miseria, ansioso, qué comiste lo más grande. Si coges, mal coges. Por educación, lo más que ponían, más ahí lo tienen”.


Un año, fueron a Congosta unos de Fuentencalada, se puso a llover y había un grupito que vio que así no podían volver con las bicicletas a casa y se acercaron a la casa de los abuelos, “Teófilo, mira lo que nos ha pasado, que hemos venido a la comedia a Congosta y ahora mira cómo llueve, se nos ha hecho de noche y así no podemos volver”. Iban todos calados, así que se quitaron la ropa, les puso lumbre para calentarse y prepararon en casa unas camas para que pudieran descansar aquella noche y volver a su pueblo al día siguiente. Durante años y años las familias de los chavales no olvidaron el gesto y siempre se lo recordaban a mi padre, la ayuda que el abuelo les había dado.




(1) Don Juan de Serrallonga: Novela de Víctor Balaguer que narra la historia de los Narros y los Cadells en el Principado de Cataluña, al estilo de los Montescos y Capuletos italianos. Don Juan de Serrallonga es un personaje legendario que aparece en multitud de historias y leyendas. Se hizo hasta una película con este protagonista, en 1948, dirigida por Ricardo Gastón.


(2) Refris es como lo recordaba mi padre, pero buscando, el nombre correcto era el bandido Ráflex.


(3) El tío miserias es un personaje popular y aparece como hombre avaro en cuentos, historias y en obras, como en El Arbol de la Ciencia de Baroja: El tío Miserias era un viejo encorvado, afeitado y ceñudo. Llevaba un trapo cuadrado, negro, en un ojo, lo que hacía su cara más sombría. Vestía siempre de luto; en invierno usaba zapatillas de orillo y una capa larga, que le colgaba de los hombros como de un perchero.
Carlos Arniches publicó una obra de teatro titulada así, "El tío Miserias", publicada en 1938.

15 de junio de 2011

Arroz con leche



Ingredientes: arroz, agua, leche, azúcar y canela.


Elaboración: se echa una medida de arroz y se cuece en agua unos minutos, cuatro o cinco, que se haga un poco. Se escurre en un colador y se echa ahora con cuatro medidas de leche. Cuando esté cociendo se echa el azúcar, dos vasos o algo menos si se prefiere menos dulce. Se deja cocer durante diez minutos. Cuando esté, se echa en una fuente y se espolvorea con canela.


*Medida: el recipiente que se use para el arroz es el que se usa para medir el resto de los ingredientes.


Esta es una de las recetas de más éxito en mi casa, el arroz con leche. Es uno de esos “platos de madre” que nunca falta cuando la tenemos cerca. Y además es un postre que nos remite a mi abuela Menta, que era buena cocinera y que bordaba también este plato.


Recuerdo que en los veranos agosteños las hormigas tenían también gran querencia por las enormes fuentes de arroz con leche de mi abuela y como entonces no se era tan pamplinas como ahora, se ponía el plato al sol hasta que habían escapado los bichos, se quitaba con la cuchara a alguna que siempre quedaba ahogada y a comer se ha dicho!!

13 de junio de 2011

Comedias (2)

Las comedias se hacían en varios lugares: en la Audiencia (foto de la izquierda); donde tiene mi tío Ismael la casa (foto inferior), que había un corralón grande (“tan grande, recuerda mi padre, que se hicieron tres casas: la de Felisa, la de Ismael y la de Emilio”) y en la casa de Angélica y Enselma (foto de la derecha), que era un ferrañal (el callejón que sale de la calle El Canto).








La comedia se daba gratis y luego se pedía por el pueblo. Pero hubo enfados porque también venía mucho público de fuera y ellos se iban sin pagar. Cuando se dejó de hacer en la plaza y se comenzó a hacer en un lugar cerrado se cobró a los de fuera pero no a los del pueblo. Al final se cobraba a todos, lugareños y foráneos.




Estas tres fotos son de la obra "Morena Clara",que se representó en Arrabalde en 1968
y está colgada en la web del pueblo, aquí. Agradezco que me hayan dejado ponerla aquí,
ya que no tengo ninguna imagen de comedias antiguas en Ayoó.


Para preparar las obras se iba a buscar ropa por los pueblos. Para la obra de la Pasión necesitaban túnicas y fueron en bici hasta Laguna de Negrillos (en León, cerca de Valencia de Don Juan, a 65 km de Ayoó), pero no se la dieron. Al final, mi abuelo se la consiguió en Castrocontrigo, donde tenían una cofradía de Semana Santa.

Para las comedias de bandoleros iban a San Esteban de Nogales que tenían allí este tipo de ropa y la prestaban, así como trabucos. El Ti Valentín Barrio tenía otro trabuco que también se usaba de “atrezzo”.


Imagen de la representación de otra comedia en Arrabalde.

Mi padre recuerda como incluso, en una ocasión, utilizaron caballos. Mi tío Ismael y Eduardo salían desde la casa de Sebastián, el padre de Javi y se llevaban en volandas a Laudelina, la madre de Loli, después de entrar por una ventana (¡¡Ayoollywood!!)

11 de junio de 2011

Lo que me gusta de Ayoó



Hoy es el cumple de mi niño... ¡¡¡siete años ya!!! y estas son algunas de las cosas que le gustan hacer en Ayoó...



10 de junio de 2011

Comedias (1)

Ayoó prepara una nueva comedia... y otra Congosta. “El médico a palos” de Molière (que no "El enfermo imaginario" del mismo autor, como equivocadamente había escrito) es la obra que están ensayando en el pueblo y los que andan metidos en ella son Nides y Paulina, Eusebio Riesco, Mª Angeles (la hija de Antonio el fontanero), Tania (la hija de Agustina), Alvaro (el de Rosi, de Congosta), Pedro (el de Trini), Jose Luis (el de Felisa) y mi madre que actúa esta vez detrás de los focos, como apuntadora. Muchos de ellos ya han participado en alguna de las otras dos obras que se han montado en los últimos años, “El delincuente honrado” (2007) y “Donde está la verdad" (2005).
Emilia, Paulina, Angel y Pilar en una escena de la obra del 2005 "Donde está la verdad"

Ultimos momentos de la obra "El delincuente honrado" (agosto, 2007).
 Más fotos de la obra, en esta colección de Picassa, aquí.


Al mismo tiempo, en Congosta también andan teatreros y tienen entre manos una obra. Alvaro, hace doblete, acompañado por Carmelina, Emilio, Germán, Nélida (hermana de Nides, el de Ayoó), un par de señores de Congosta que viven en Benavente y creo que aún nos dejamos a alguno más.


Una de las costumbres más características y peculiares de nuestros pueblos fue la de las comedias, un teatro puesto en escena por la gente del pueblo, con unos medios limitados, pero con muchas ganas. En tiempos pasados fueron una de las actividades que llenaron el tiempo libre de jóvenes y mayores. Se representaron comedias hasta aproximadamente los años sesenta, “hasta que se marcharon los jóvenes del pueblo”, como dice mi padre y se han recuperado de forma intermitente en los últimos años, como ya hemos comentado.

“Tenía fama Ayoó para las comedias”, según mi padre. “Hubo años de echar dos o tres comedias, una en invierno y otra en Pascua. Después de la comedia siempre había baile. La echaban dos veces, el sábado por la noche y el domingo, por el día y luego había baile”.


Mi padre recuerda algunos vecinos que actuaron como actores: Ismael, Fidel, Ricardo, Manolo Barrio, Alberto, Ceferino, el padre de César, Florentino, Bonifacio el de Tomasa, que lo hacía muy bien. Vicente Alvárez, era el que hacía siempre de diablo en las obras que tenían este personaje, hasta el punto de que se quedó con este nombre como mote. También actuaron Laudelina, la madre de Loli; María la de Joaquín; Concepción; Enselma; la hermana de Eugenia, Rosalina Cano, que era muy buena; Eulogia, de doña Inés; Inocencia, la de Antonio... Hubo una obra en la que se escenificaba la Pasión de Cristo: Miguel el del Ti Amado era Jesús; Tía Paulina era la Magdalena; Martina la de Gerardo, la Virgen; Aureliano, San Juan; Eladio de San Pedro, Benigno y Guillermo también estaban... Asimismo recordaba mi padre una de las últimas comedias en las que participaron los más jóvenes de entonces, Luis, Manolo el de Isabel...


Para saber cuando se hacía una comedia se iba comentando, se decían unos a otros, para tal día se hace la comedia y así se quedaba. Para preparar la obra antes y ahora se hacía lo mismo: iban a una casa y ensayaban después de cenar, corrigiendo los papeles.

9 de junio de 2011

Picotazos: Desperfectos

Este post debería haberlo escrito hace semanas, pero por aquello de que una se lía con unas cosas y con otras, se me ha ido quedando en la parte de abajo de la torre de papeles.
Y tenía ganas de hacerlo, ganas con pena de ver cómo se estropean algunas cosas. Son pequeños desperfectos que me encontré en las vacaciones de Semana Santa en el pueblo y que, por lo que sé, así siguen.

La fuente del Caño no echa agua. No es que esté seca, no, que este año ha llovido más que de sobra para que siga manando. Es que está viejita y necesita un arreglo. Por lo visto ha reventado por debajo de tal forma que sigue manando agua hacía el reguero que abastece al pilo pero no sale agua por los caños. Espero que no sea su sentencia de muerte, las fuentes, el agua de Ayoó, es una gran riqueza que debemos saber preservar. Además, su agua sigue llenando nuestro botijo veraniego. Ojalá alguien se acuerde de ella y haga las reparaciones necesarias para que el agua vuelva a manar en la Fuente del Caño.


Arreglar, se arregló ya el pilo de Peñacabras, hace apenas unos meses, en verano, pero la verdad es que vuelve a estar hecho unos zorros. O no se hizo bien el arreglo (que es lo que parece) o alguien la ha tomado con el pilo. En verano, cuando se hizo la renovación del depósito del agua se retocó el pilo, toda la zona de llegada del agua y también la zona de los lavaderos, tanto en el de jabón como en el de aclarar.


El pilo de Peñacabras en verano, cuando aún continuaba su arreglo
 Pero ahora, apenas unos meses después, ya está el borde roto, el cemento levantado y troceado... una pena, pues aunque el pilo ya no se usa apenas es, como las fuentes, una riqueza del pueblo que deberíamos cuidar con más esmero.







Y el último desperfecto es uno que seguramente lleva años así, aunque yo haya caído hace poquito en ello: la mimosa que ocupa el jardincito en la trasera de la Iglesia, el que mencionaba en mi recuerdo de La Chopa, ya no existe. No se secó ni murió por causas naturales, no, mi rudimentario CSI me indica que el árbol fue roto, cascado, tronzado y ahí está lo que queda del tronco y unas insistentes ramitas que han brotado a su alrededor. Una pena.


La acacia florida y hermosa en la foto que le hice en la Semana Santa de hace tres años.

El árbol perdido, su tronco roto y las ramitas que aún se aferran a lo poco de vida que aún le queda.

7 de junio de 2011

Cultivos: berzas, patatas y nabos


Nuestro huerto en plena explosión verduril veraniega


Iniciamos el recorrido por los cultivos de Ayoó, por aquellas legumbres, hortalizas, frutas y verduras que llenan nuestros huertos. La guía ha sido, como no, mi madre, y ha sido bastante exhaustiva (aunque esto no es un tratado académico...) pero si alguien quiere aportar algún nombre o variedad más, nos lo apuntamos.



Berzas

- De asa de Cántaro, la mejor para comer (y protagonista de uno de los post del blog que más entradas ha generado... qué interés por estas berzas!!!)


- Gallega, las de rucho alto. Se usan más como planta forrajera, para la comida de los animales, aunque también se pueden comer (pero dan mucho a verde).


- Murciana. Son acogolladas, prietas y redondas.


- Corazón de buey. Acogolladas pero terminadas en punta.

Berza de asa de cántaroen Perafondo
Berza gallega en nuestro huerto
 
Nabizal en la zona de Las Escuelas
Nabos:

Suelen usarse como forraje para el ganado pero también se pueden comer y de hecho se usaban mucho hace años, cuando no había tantas variedades ni tanta comida como ahora. Se comía crudo, asado (en el horno del pan, se aprovechaba cuando estaba caliente), cocido,... Recién arrancados de la tierra se cogían para calmar la sed, eran muy frescos...





Mi padre sembrando la cosecha de patatas de este año
 Patatas:


- Morada. Tiene la carne blanquecina y por fuera la piel morada


- Roja


- Blanca

- Repunta. La habitual ahora aquí.





Ahora, además de las berzas, los puerros o las zanahorias, se plantan coliflores, alcachofas, lombardas y con gran éxito porque se dan muy bien en estas tierras.