25 de junio de 2013

Mi casaaaaaaaaaaaa....

Cual ET traigo hoy al blog "mi casaaaaaaaaa" del pueblo a lo largo de los años (ya más de 30) que lleva hecha. La idea me la ha dado ver un dibujo que había hecho Oier para clase:


 
 
 

23 de junio de 2013

Noche de fuego

Hoy es la noche de San Juan, la noche del fuego, de las sanjuanadas, como se llama por aquí arriba a las hogueras.

 
 
En Ayoó creo que también se ha hecho alguna hoguera aunque creo que no hay gran tradición, así que pongo otros fuegos que me recuerdan al pueblo, unos buenos, otros no.
 
Semana Santa de 2009.


Brasas para las sardinada de Requeijo en las fiestas de 2009.

Bengala en La Audiencia.

Caldero de los cochos sobre el fuego en mi casa.


Preparando la merienda en la cueva.

El fuego de este pasado verano visto desde El Canto.

El mismo fuego visto desde mi casa.

Haciendo salsa de tomate.

 

20 de junio de 2013

Dudas resueltas


Esto de las redes sociales tiene muchas aplicaciones. “Hablas” con gente a la que no tienes cerca, pierdes el tiempo picando de una página a otra, aprendes más sobre tus aficiones y también resuelves dudas. Yo misma he planteado varias y me las han solventado dándome un montón de datos útiles y curiosos. He utilizado el facebok y los grupos tanto de Ayoó como de Santibáñez en los que participo.

Estas son las dudas que me han aclarado:

 
Esta planta de flores amarillas, tan presente en el pueblo, sobretodo en Peñacabras y cuyo nombre no me acababa de salir. Pregunté y me dieron todo tipo de datos: Su nombre, se llama carqueixa (genista tridentatum), aunque también era conocida, por la forma de sus flores como “zapatitos del niño Jesús”. Eran plantas que se usaban para encender la lumbre en invierno y también son muy apreciadas por las abejas para recoger el polen de sus flores.

 
Buscando más información sobre ella, leo otros usos, incluidos los medicinales:


Para encender el fuego o calentar el horno, para conservar los chorizos que tras el ahumado se depositaban sobre carqueixas o en aceite, como abono, estiércol, como alimento del ganado o ya seca, a modo de estropajo, para limpiar potes de hierro y loza de madera.

Como planta medicinal se toma en diversas formas, como jarabe para purificar la sangre y como diurético contra la gota. Sus flores se usan para combatir catarros y bronquitis.


Más sobre la carqueixa:


 



En el foro de Santibáñez recordaban esta pieza en la que el niño andaba de acá para allá y creen que se le llamaba carretón o corretón. También alguno hacia memoria y sabía que estos (los tacataca redondos) los habían visto en su casa, los tacataca sin ruedas.



Gemma Centeno identificó esta silla infantil como un “bricio”. Y las antiguas tronas, una con baño incorporado (el agujero para el culete) y la otra el “cajón” para tener allí al pequeño.



Por cierto, después de haber hecho este artículo encontré una interesante página de los Fondos Etnográficos de Caja España en la que se hacía un repaso a estos muebles infantiles. Se puede ver aquí: http://www.saber.es/web/biblioteca/libros/el-mueble-en-la-tradicion-rural/html/t05.htm


Y la tercera duda era sobre esta planta.

 
 

La encontré en verano junto al puentecillo que hay antes de llegar al cementerio. A mi me parecía una alcachofa gigantesca, no por lo alto, pero si por la flor, que alguna vez mi madre dejó la alcachofa florecer y se hace muy vistosa y alta, con un fuerte color violeta. Pero esta era hasta demasiado grande. Pregunté en el grupo de Ayoó y me dijeron que era un cardo normal, que era un cardo de comer y esta segunda opción parece ser la correcta.



Marian, la hija de Matías y Eufemia, se molestó en ir a verla y hasta preguntó a la dueña del terreno, que por allí andaba. Así me lo contó Marian: “Tuve la suerte de encontrar a los dueños allí, la mujer me explicó que eran otra variedad, me dijo hasta el nombre, pero no lo recuerdo, al parecer la alcachofa es más pequeña, pero las ramas tiernas peladas es lo que se conoce como “cardo”, del de comer”. Así que, por lo visto, es un cardo de comer, de los que típicamente navarros, pero esta vez en Zamora.

Esta es la planta de la alcachofa, muy similar al cardo pero con hojas más estrechas.
Foto Marian (la alcachofa es de su huerta)

Este es el mismo cardo que yo fotografié, pero unos meses después, así que los tallos altos ya se los habían cortado.
Foto Marian

Foto Marian (la Iglesia, su hija Judith y su coche, de fondo).

Aquí, más datos sobre el cardo de comer, cardo de huerta o alcachofilla: http://gerenaviva.blogspot.com.es/2010/07/alcachofilla.html

14 de junio de 2013

Labores del campo: Junio


Junio era el mes de seguir con las tareas de las viñas. Si en marzo, como ya contamos, se araban para afuera, ahora se araba con el arado de hierro para cubrirlas.


Pradera de Ayoó Pequeñino.
Desde mediados de junio se segaba la hierba de los praos que servirá para alimentar a la hacienda en el tiempo frío, cuando no puedan salir a pastar. En invierno se le echaba el mineral para que saliera fuerte y cuando se podía, se le metía el agua. Los mejores praos estaban en El Rejo, en Los Praos del Cura, en Ayoó Pequeñino..



Se dejaba la hierba segada en la pradera y se le daba dos o tres vueltas para que la secara bien el sol. Luego se juntaba en montones y se acarreaba. Al carro se le ponían dos palos de metro y medio para afuera, con ramas, para coger más hierba, que pesa menos que la paja. Después se metía en el hierbal. Esta operación era muy molesta, la hierba echaba un polvillo que se te metía en los pulmones.
 

Metiendo la hierba en el hierbal. Web Pueblana, de La Puebla de Montalbán (Toledo)


Y como dice el refrán, “para junio, la hoz al puño”. Primero se segaba el centeno, después el trigo, que tarda más en secar. La cebada, la temprana se segaba cuando el trigo y la servenda en marzo. No hay mucha cebada porque es una planta que quiere tierra buena para tirar bien y de esa no hay mucha en Ayoó. El centeno es más para sitios esclavos, para las peores tierras.

Siega. Web Pueblana.


De la siega y de cómo se hacía, hablaremos extensamente en un próximo post.

8 de junio de 2013

Paseo por el camino al Requejino

 
Ahora que por fin asoma el buen tiempo, que ya le ha costado, os traigo unas fotos del pasado verano con un paseo estupendísimo para hacer en las mañanas o en las tardes de verano, cuando ya afloja el sol. Es el llamado Camino al Requejino, que va desde detrás del cementerio hacia la Peña San Mamés, hasta cerca de la ermita. Un camino de tierra, pero en buenas condiciones para andar y que está rodeado en su parte final por un preciosa arboleda con especies de todo tipo, biodiversidad en versión ayoína.
 
Viniendo desde el cementerio no hay sombra (de ahí que recomiende ir cuando no aprieta el sol), pero se ven unas preciosas vistas del pueblo, con la Iglesia en primer plano. Muy recomendable, como digo y para que me creáis, os dejo unas fotitos que hice.
 
 

Este es el final del camino (o el principio), la parte que está más cerca de San Mamés.



Hilera de pinos.

Pinos aun lado, un roble al otro, compitiendo por ver cuál es más frondoso y alto.


Según nos vamos acercando a la cueva de Celso, vemos una bonita perspectiva de Ayoó
asentado sobre la loma de Peñacabras.




Estos son algunos de los árboles y plantas que podemos encontrarnos en el camino:

Chopo, pino,bambú y sauce. Uno detrás del otro.

Robles y encinas en una maraña bastante tupida.

 
Jóvenes chopos.
A un lado del camino, tras unas frutales, encontramos colmenas.
Pino de copa redonda.
Y el bambú, planta exótica pero que se ha aclimatado bien al pueblo, como se ve.
Necesita mucha humedad y precisamente ahí donde crece había agua como de un pozo.
Frutales bien cuidadas.
Detalle del bambú.
Pequeña mariposa que el zoom de mi cámara no pilló bien.
El sauce llorón.
Viñas y muy bien cuidadas, por cierto.
Gran roble.
La flor de la jara.
Una gran rama rota en uno de los pinos del paseo.
Pellizos de castaño.
Alfombra de flores de las castañales que también hay.
Castañal.
Vista del pueblo tras unas frutales.
Cartel en una finca de cereal.
Una vez acabada la parte arbolada del camino nos encontramos con la solitaria cueva de Celso, el panadero. Olegario me contó que allí tuvo lugar un suceso, hace años, cuando se cayó parte de la cueva y a punto estuvieron las piedras y el barro de atrapar a una mujer, supongo que madre o abuela de Celso, que salió ilesa y viva por los poco.
Moderna zarcera en la cueva.
Y peculiar zona de picnic con mesa fija y troncos de asiento.